La Alhambra «al-Ħamrā» (اَلْحَمْرَاء, la Roja), es una abreviación de «al-Qal’a al-hamra» (‘fortaleza roja’). Esta joya arquitectónica que sorprende a primera vista. Una maravillosa red de palacios diferente construidos por una sucesión de sultanes a lo largo de 150 años. En definitiva el resumen de una cultura y el símbolo de reinado musulmán en la Península. Si eres de los que aún no se ha decidido a visitar esta belleza del arte y arquitectura nazaríes te gustará saber que recibe más de dos millones de turistas anuales.
Siempre es un buen momento para planear una escapada a Granada aunque la primavera es una época muy aconsejable para ver este monumento arquitectónico. Con días brillantes y el característico olor a azahar solo tendrás que preocuparte de disfrutar de este extenso sitio esquivando a las multitudes. A pesar de todo nada restará magia a la Alhambra de Granada, el legado andalusí te espera.
Antes de poner los pies en la fortaleza granadina debes tener en cuenta algunos consejos. Primero hazte con las entradas de la Alhambra, es preferible que lo hagas por anticipado:
Puedes adquirirlas en las taquillas del recinto de la Alhambra (solo para el mismo día), en los cajeros Servicaixa (solo de Andalucía) y a través del Bono Turístico ‘Granada Card’ (incluye entradas a la Alhambra y otros monumentos de interés). Ten presente que cuando compres tu entrada de la Alhambra deberás fijar una hora de visita para los Palacios Nazaríes, ya que el aforo es limitado cada media hora funciona por turnos.
Además si prefieres admirar la Alhambra desde otra perspectiva puedes hacer una visita nocturna. Aunque la apertura de noche varía según la temporada y los itinerarios están limitados por seguridad es un buen plan alternativo. Incluso podrás ver que la Alhambra reabre al público el Bañuelo, un baño árabe del siglo XI.
No existe un orden preestablecido para recorrerla pero sí que necesitarás casi toda la mañana para completar sus tres grandes áreas: la Alcazaba, los Palacios Nazaríes y el Generalife. Todo el conjunto requiere un mínimo de tres horas a lo largo de unos 3,5 kilómetros aproximadamente. Aquí puedes ver un plano para orientarte.
Puedes acceder al recinto desde la Plaza Nueva y una vez dentro tomar el camino hasta llegar a la zona peatonal que te lleva al Palacio de Carlos V. Es una obra renacentista de Pedro Machuca, data del año 1526 y alberga en su interior el Museo de la Alhambra, una rica colección de piezas dedicadas al arte hispanomusulmán. Verlo es primordial para conocer al detalle la esencia de la cultura nazarí.
A la izquierda de éste encontrarás la conmemorativa puerta del Vino que da acceso al conjunto palaciego, tras ella verás La Alcazaba, el corazón de la Alhambra de Granada. Ésta fue zona de vigilancia militar, la enorme muralla desde donde se defendía al resto de palacios reales, es la parte más antigua del recinto (siglo XIII) y está situada al borde de la colina Sabika.
Y frente a La Alcazaba están los Palacios Nazaríes, el núcleo central de la Alhambra de Granada con espectaculares alcobas. Esta parte consta de tres grandes escenarios claves y maravillosas estancias reales. Está formada por el Mexuar, el Patio de los Arrayanes y el Patio de los Leones rodeado de salas increíbles.
El Partal es otro de los grandes palacios que se alzaban junto a las estancias reales. En su fachada conserva cinco arcos y sus preciosos jardines se extienden hasta la Torre de las Damas (siglo XIV). Puedes acabar el tour en el Generalife, se trata de un palacio de recreo y descanso familiar de los reyes para verano. Fue construido en el siglo XIV, a su alrededor contemplarás los huertos y bellos jardines dispuestos en terrazas. Pon tus cinco sentidos en el Patio de la Acequia y su largo estanque, es uno de los rincones más especiales.
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