Añadimos a El Parlamento esa especie de apellido que es “La Catedral del Tapeo”. No pretendíamos ser presuntuosos, sólo comunicar en pocas palabras que quien visite nuestra casa se marchará satisfecho.
Para nosotros es tan importante ofrecer un producto de calidad como un servicio de primera. Nos gusta transmitir buen rollo porque a sede parlamentaria se viene a pasarlo bien, sin más. Los clientes valoran mucho su tiempo libre y nosotros queremos ponérselo lo más fácil posible. Para pasar penas no estamos; nosotros ofrecemos alegría de vivir y ganas de estar a gusto con amigos.
Si en nuestro local original, a dos pasos de la Plaza Romea, siguen acercándose murcianos y visitantes es porque conservamos todo el sabor de la tradición. La misma que salvaguardamos en nuestro sitio de la Plaza de las Flores, donde contamos con un espacio más amplio pero igualmente acogedor. En las Flores encontramos la horma de nuestro zapato porque hay pocas zonas de la ciudad más asociadas al esparcimiento y la diversión. El penúltimo en llegar ha sido el Parlamento de Alicante, que en las pasadas Hogueras de San Juan rompió la pana. Fueron días intensos en los que nuestro local se hizo mayor ofreciendo a los alicantinos todo nuestro saber hacer.
Este es nuestro concepto y lo que proponemos siempre. Del resto se encargan nuestros seguidores, que son quienes nos apoyan y protegen la marca “Parlamento”. ¡Gracias!